Los buenos gobiernos se conocen cuando lo que hacen vale más que lo que sus opositores dicen

El poeta español tiene toda la razón al citar esta frase, que es una realidad viva en la República Dominicana. Tenemos una oposición que gobernó durante 20 años, actualmente dividida en dos partidos que solo cambiaron de color, pero su historia es la misma.

La historia que conocemos está llena de impunidad y corrupción. No es que el oficialismo sea perfecto; todavía no he conocido el primero, pero es cierto que la comparación es del cielo a la tierra. Vemos una oposición sin propuesta, una oposición manipuladora, una oposición mentirosa, una oposición con dinero para gastar que nunca podrá justificar.

Los dominicanos tenemos un teclado y una lupa que se llama buscador, pero más allá de eso, no hemos aprendido a tomar buenas decisiones. Ya hemos elegido lo mejor que hay en el panorama político, y esta vez es la reelección del presidente Luis Abinader.